Generalmente no comento ni critico de manera formal el contenido y la forma de las películas. Pero hoy como pocas y destellantes ocasiones, me sentí conmovida con un retrato vivo y crudo del racismo
. Historias cruzadas es un filme que cuenta la historia de los otros, los olvidados, los que en su momento (años 60) tenían escasas y casi inexistentes oportunidades de manifestarse ante los golpes de una sociedad intolerante. Es la historia de las historias de las sirvientas de aquellos años.Pero más que contarles lo que sucede en la película, será un vistazo de una perspectiva personal, que creo, varios compartimos.
Historias cruzadas demuestra que la ironía radica en el no reconocerse ante otro ser humano como igual. Sea en norteamérica o en cualquier parte del mundo, el poder y la represión tienen forma. A pesar de las distancias temporales y geográficas entre el presente y el momento en el que se desarrolla la película, existe un común denominador, la malformación histórica a través de tintes de racismo que perpetraron y aún perpetran las imperfecciones del ser humano, crítico y juez de lo que no conoce ni sufre.
La potestad siempre ha estado en manos de un color y una raza, ambas entremezcladas con poderes adquisitivos celestiales. Esta realidad se observa claramente en el filme y se plasma en las señoras de alta sociedad de aquellas épocas. Como todo sinsentido de esta vida, el racismo está cargado de ridiculeces que por mucho tiempo no han sido cuestionadas, un ejemplo parafraseado de las señoronas va de esta manera: "No pueden usar nuestro baño (refiriéndose a las sirvientas), debemos mantener la seguridad de nuestros hijos, ellos (refiriéndose a los negros) tienen enfermedades que no conocemos", de la misma manera puedo parafrasear frases similares a esta con referencia a los campesinos de mi país o cualquier país latino. Es inevitable esta suerte de parecidos, las deficiencias y la falta de empatía vienen en cantidades masivas.
Entonces, no se puede negar que en aquel tipo de círculo social, esa era una verdad absoluta, pero por suerte, toda regla tiene sus excepciones, y en el caso del filme, hubieron dos de ellas, la escritora que lleva a cabo el recopilado de todas las historias de las sirvientas y una de las señoras que nunca logro encajar en el círculo social, por convertirse en un prejuicio andante. Ambos personajes tienen roles trascendentales, por un lado la escritora sirve como medio para dar a conocer la historia del otro lado, provocando que la falsa armonia se quiebre, y por otro lado está la mujer que destruye los prejuicios con un toque de inocencia y atrevimiento, tratando como igual a una sirvienta. Elementos de este tipo tuercen un tanto el curso de la vida.
Pero son pocos los intentos de manipular la historia. Parece más cómodo jugar a cambiarla desde un teclado.
Este retrato poco dinámico de la sociedad sirve para entender que lo más arraigado en las estructuras puede llegar a infectar por siglos a la humanidad. Arrastramos una falta de empatía, que se manifiesta en menor grado, pero de cualquier manera sigue latente en los modus vivendi de la sociedad. A pesar de que este es un vistazo personal de las cosas, creo necesario un momento de acción más que de reflexión. Dejemos de redundar intelectualmente en las ideas de igualdad y actuemos. Creámoslo o no, se necesitan ganas y menos blabla para que la vida sea más que un paso transitorio y una posición cómoda.